jueves, 8 de mayo de 2014

THE WAR OF THE WORLDS (IN THE EBRE RIVER LANDS) "La Guerra de los Mundos en las Tierras del Ebro" Parte 1 de ??

-Buenas noches a todo el mundo. Bienvenidos a una edición más de "Déjame Ver", el programa de noticias más famoso del delta del Ebro ¡Desde que se volvió a restablecer las cadenas de televisión digital!- dice la presentadora, sonriendo de esa manera que sonríe la gente que se ha estado horas y horas practicando delante de un espejo.
-Yo soy María Rosell y esta noche tenemos a un invitado muy especial, que va a contarnos su historia.- me mira directamente a los ojos. Yo me pongo nervioso. Por el rabillo del ojo atisbo el puntito de luz rojo que me anuncia que ya me están enfocando con la cámara. Trago saliva e intento esgrimir mi mejor cara de formalidad.
-Tengo el honor de presentaros en directo, al joven Oscar Roca Alba, superviviente directo de la catastrofe que azotó al mundo hace pocos meses y que hemos hecho venir para que nos relate sus vivencias durante el transcurso de la invasión marciana.

-Muchas gracias por esta oportunidad, María- digo, intentando no titubear y agriar la voz lo menos posible.-Antes de que esto ocurriera, bueno, todos teníamos una vida antes ¿no?Yo era fotógrafo en un diario de aquí, Amposta.En general, nunca nos imaginábamos que un buen día vendrían a darnos por el pelo de esta manera ¿no?, perdón- bebo un sorbo de agua y medito durante medio segundo lo que seguiré diciendo.-No. Estábamos todos completamente convencidos de que éramos invencibles, indestructibles. La cúspide de toda la pirámide evolutiva. Los reyes del mundo e incluso del cosmos entero. Lo cierto este estábamos cegados por nuestra ignorancia y vanidad mientras nuestro mundo se derrumbaba. Entonces vinieron Ellos a darnos una dosis de realidad.

“Era una fría noche de Diciembre. Hacia poco que el invierno había llegado muy duro. Estaba yo en casa, después de un día entero en el diario en que trabajo, o bueno, trabajaba, en Amposta. Aquel día habia tenido que ir a fotografiar una exposición que habian hecho algunos alumnos de uno de los institutos del pueblo, pero bueno, eso no es lo importante.

Estaba en casa y decidí invertir algo de tiempo en ver las noticias. Puse el canal internacional de noticias, ya que las nacionales siempre eran las mismas: crisis, terrorismo y debate político. Fue cuando vi la primera señal, ojala lo hubiera sabido ver entonces. Estaban dando una noticia de que habría una lluvia de asteroides sobre varios puntos del planeta. De hecho en el Reino Unido y en ciertos puntos de Estados Unidos y Rusia ya había ocurrido. No le di mucha importancia a la noticia, iluso de mí, incluso cuando dijeron que los científicos no se explicaban como no habían podido preverla antes, o que cómo podía un fenómeno de esta clase llegar a tantos lugares del planeta en intervalos de tiempo tan cortos. Luego dijeron que estaban todos de enhorabuena porqué seguramente éramos testigos de algún acontecimiento cósmico único y que quedaría catalogado en la historia de la ciencia. Entonces se perdió la señal de la cadena.
Empecé a cambiar de canal, acostumbrado a los fallos que en ocasiones tenía la tan novedosa TDT. Ningún canal respondía. Empecé a asustarme de verdad cuando la luz se fue y de repente una fuerte luz verde que venía del exterior iluminó toda la sala. Salí corriendo al balcón y de repente un número infinito de exclamaciones se me encallaron en la garganta.

Toda Amposta estaba a oscuras y una luz verde muy fuerte lo iluminaba todo desde el cielo. Allí arriba estaban cayendo varios asteroides que desprendían aquella luz esmeralda tan bella. Me quede boquiabierto observando esa escena tan maravillosa y a la vez terrible.
El terror llegó cuando la primera de las luces se estrelló cerca del polígono de Toses y todo el suelo tembló como si hubiera un terremoto. El terrible sonido del impacto parecía el de una enorme explosión. Apenas me hube recuperado le siguió otro impacto, otro, otro i otro. Durante cerca de media hora se fueron sintiendo los impactos de esos asteroides esmeraldas. Yo estaba refugiado debajo de la mesa de la sala, rezando a todos los dioses que se me pasaban por la cabeza mientras oía gritos en la calle y en los otros pisos. Parecía que había llegado el fin del mundo. No dormí en toda la noche, y no me moví hasta que salió el sol.

Aquel día amaneció gris. Salí de nuevo al balcón. Una niebla espesa lo cubría todo…”


-Continuará!

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