jueves, 24 de abril de 2014

Los Antiguos

Los antiguos que habitaban el mundo entraron en guerra. No sabemos bien los motivos, tampoco importan demasiado. El ser humano es bélico de por si. Siempre había habido guerra. Pero esa era diferente, era la Gran Guerra, la guerra que eclipsaba a todas las demás. Muchas vidas se perdían cada día. No solo soldados, también empezaron a sufrir los civiles los arrebatos de la guerra.

Todo cambió el día en que uno de los bandos descubrió el secreto de la energía del Eleternum. No sabían exactamente qué habían descubierto, pero sabían que era algo poderoso, grandioso. Algo que podría inclinar la balanza a su favor claramente. Empezaron a experimentar de manera torpe y accidentada. Crearon máquinas de guerra, las primeras diseñadas para aprovechar la energía del Eleternum. Los enemigos de esa nación, el otro bando, tuvieron miedo. Mucho.

Al principio, la primera nación en poseer el Eleternum empezó a ganar la Gran Guerra. Pero el miedo que infundo en sus enemigos resultó ser un arma de doble filo. Ese miedo les dio fuerza. Les hizo unirse como nunca antes jamás había estado unido el mundo. La guerra se hizo cada vez más cruda y brutal. Pero algo ocurrió. Ese primer imperio quería ganar a toda costa, y empezaron a exprimir las posibilidades del Eleternum con demasiada presión. No sabían realmente lo que tenían entre las manos. En una última Gran Ofensiva, las dos facciones chocaron violentamente hasta que ocurrió lo que estaba escrito. No se sabe exactamente como fue, pues no quedó ningún testigo con vida. Sólo se sabe que hubo una violenta explosión de Eleternum que sacudió el mundo entero. Las energías de tan caprichoso elemento se expandieron y rodearon mares y continentes. Durante cien años, el cielo del mundo entero hacía gala de la llamada Aurora Eterna, y poco a poco el planeta entero se fue adentrando en el invierno en el que hoy en día vivimos casi en todas partes. El Eleternum estaba cambiando todas las normas con las que los antiguos habían logrado, poco a poco, conquistar toda la lógica.
La humanidad, casi extinguida, empezó a cambiar. Nuestras mentes, almas y corazones estaban abrazando, poco a poco, este nuevo diseño de la realidad. Y poco a poco de las cenizas y la nieve brotaron de nuevo las semillas de la civilización…
                                                                                                                                                 


-Fragmento del “Libro de los Antiguos”.


Cambiemos las reglas. Ese es el secreto de las grandes ideas. Es la idea con la que el proyecto llamado "Invierno" nace en este pequeño retazo de supuesta historia paralela. La Gran Guerra que hacen referencia los historiadores de esa realidad paralela, es la misma que la historia contemporánea nombra de la misma manera. Es decir, la primera guerra mundial.

Partiendo de esa base ¿Que ocurriría si una de las facciones en esa guerra hubiera descubierto algo que no debía descubrir? Miles de veces la historia nos muestra como cada gran descubrimiento ha sido, casi inevitablemente, desviado hacia su uso militar, bélico y mortal. De esa manera, da igual quienes tuviesen la genial idea de crear una bomba con esa materia desconocida y poderosa. Todos perdieron. El mundo casi fue destruído. Y como la misma radioactividad de la bomba atomica que dio fin a la segunda guerra mundial, esta ficticia bomba de Eleternum que finaliza la Gran Guerra, y cambia la humanidad tal y como era entonces, afecta al planeta entero. Y pasan los siglos. Y la historia cambia.

Cambiemos las reglas. Viajemos a mundos paralelos, fríos, distantes, mágicos... 

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