El viento.
Siento el viento, seco, fresco y suave, acariciando la piel de mis brazos y rostro. Mis labios se entreabren levemente y lanzo un invisible beso al viento.
Vengo de las tierras en las que el viento muere en el mar y se reencarna en pez. Mi hogar, los castillos de tierra donde van a encontrar el final esos mismos peces para, de nuevo, volver a ser viento.
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